Las luces LED antideflagrantes son famosas por su eficiencia energética y su carácter ecológico, ya que consumen una cantidad mínima de energía. Además, su capacidad a prueba de explosiones es un atributo vital.
Cabe destacar que una lámpara de 100 vatios requiere un uso continuado de 10 horas para consumir sólo 1 kilovatio-hora de electricidad, lo que subraya su eficiencia.