Envié al cliente la carcasa de la luz antideflagrante, la placa base de aluminio y la fuente de alimentación, pero al recibirlas me dijeron que no había incluido una rejilla de protección. Le recordé que no lo había solicitado en el momento de la compra. Sin embargo, después de discutirlo, les envié un protector de malla metálica. En realidad, 80% de las luces antideflagrantes del mercado no vienen con este tipo de protección.
Muchos clientes creen que una lámpara antideflagrante debe tener una rejilla protectora y que, sin ella, no puede ser antideflagrante. Sin embargo, esta creencia es incorrecta. El carácter antideflagrante de una luminaria no viene determinado por la presencia de malla metálica, sino por su material y estructura.