La iluminación de almacenes no requiere necesariamente lámparas antideflagrantes. La decisión de utilizar lámparas antideflagrantes depende principalmente de si el almacén almacena mercancías inflamables y explosivas. Desde el punto de vista de la seguridad, estas mercancías deben almacenarse en almacenes especializados con supervisión específica y las distancias de seguridad requeridas, y no colocarse junto a mercancías normales.
Elegir las luminarias adecuadas es una barrera crucial para la seguridad dentro del almacén, garantizar el uso correcto de las lámparas no sólo reduce la incidencia de accidentes, sino que también minimiza las pérdidas y garantiza un entorno seguro para el área circundante.
1. Eficiencia energética:
Los almacenes y talleres de mayor tamaño optan por lámparas LED antideflagrantes, con lo que ahorran recursos globales limitados a mayor escala y costes de electricidad a nivel personal.
2. Durabilidad:
Las modernas lámparas LED antideflagrantes son más duraderas que las lámparas de halogenuros metálicos y de bajo consumo, y cuentan con un vida media de 7 años. Esta durabilidad requiere perlas y fuentes de energía de calidad, de forma parecida a como varía la marca de los cigarrillos en precio y sabor.
3. Seguridad:
Preocupación de todos, antes la gente utilizaba lámparas de bajo consumo o soluciones sencillas de iluminación sin incidentes a largo plazo. Sin embargo, bajo las inspecciones de departamentos como los servicios de bomberos, tales Las bombillas están prohibidas en almacenes y talleres de productos inflamables y explosivos.
4. Tranquilidad:
Muchos usuarios de fuentes de luz de bajo consumo informan de fallos a los dos meses de uso. Uno de los puntos en común es el uso de una carcasa de lámpara antideflagrante con fuentes de luz de bajo consumo o de halogenuros metálicos, ambas consideradas de tercera generación. Por el contrario, Los LED representan la cuarta generación, diseñadas para superar los inconvenientes de las terceras, como el elevado calor, el alto consumo eléctrico y la corta vida útil. La carcasa bien sellada de las lámparas antideflagrantes hace que se acumule calor, lo que provoca fallos. En comparación, el LED, conocido como fuente de luz fría, emite 40% menos calor que las lámparas de bajo consumo.
Si la sustitución en talleres altos es una tarea mensual, se convierte en un asunto tedioso y perturbador, que afecta a la productividad y a las operaciones diarias a pesar del bajo coste de las sustituciones.