Las inspecciones eléctricas a prueba de explosiones distinguen entre equipos actualmente en uso y dispositivos de nueva fabricación.
Las inspecciones se realizan de acuerdo con las normas nacionales GB3836/GB12476 para dispositivos eléctricos a prueba de explosiones, lo que da lugar a la emisión de informes de certificación e inspección a prueba de explosiones.
Para los equipos ya en funcionamiento, se realizan inspecciones antideflagrantes in situ siguiendo la norma AQ3009, evaluando tanto el producto como su contexto de instalación.
De acuerdo con la normativa AQ3009-2007 "Normativa de seguridad para instalaciones eléctricas en ubicaciones peligrosas", las inspecciones del funcionamiento, la instalación y el mantenimiento de los equipos eléctricos a prueba de explosiones deben realizarse cada tres años a través de una agencia de inspección a prueba de explosiones cualificada. Cualquier discrepancia encontrada durante las inspecciones debe corregirse rápidamente, y tanto los resultados de la inspección como las medidas correctivas deben documentarse oficialmente ante las autoridades de supervisión de la producción de seguridad.