El propano, utilizado como combustible doméstico, destaca por su eficacia de combustión y su resistencia al fuego. En particular, la combustión de propano puro no emite humo negro, sino una tenue llama azul..
En cambio, el gas licuado suele contener una mezcla de otros elementos o dimetil éter, que arde con una llama roja.
Las principales aplicaciones del propano son las barbacoas, las cocinas portátiles y el combustible de automoción. También es una opción popular para acampar al aire libre, proporcionando soluciones de calefacción y cocina.
El gas licuado de petróleo, materia prima clave de la industria petroquímica, se utiliza principalmente para producir etileno mediante craqueo de hidrocarburos o para generar gas de síntesis mediante reformado con vapor.