El estireno se caracteriza por su elevada presión de vapor y su pronunciada volatilidad.
Compuesto de benceno y etileno, este líquido incoloro y transparente contamina fácilmente el agua potable, el suelo y las aguas superficiales. Debido a su gran volatilidad y a su propensión a evaporarse cuando se expone a la luz, el estireno suele almacenarse y transportarse en bidones de acero para mitigar los riesgos.