Los ventiladores axiales a prueba de explosiones están diseñados para el suministro de aire, mientras que los ventiladores centrífugos a prueba de explosiones se utilizan para el escape. Estos ventiladores están equipados con funciones antideflagrantes, lo que los hace adecuados para su uso en industrias especializadas que requieren estrictas medidas de seguridad. Para funcionar con eficacia y seguridad en estos entornos peligrosos, deben combinarse con motores antideflagrantes.
Este diseño garantiza que los ventiladores puedan funcionar en atmósferas potencialmente combustibles sin riesgo de ignición. Al satisfacer necesidades industriales específicas, estos ventiladores ofrecen soluciones de movimiento de aire fiables y seguras, esenciales para mantener tanto la eficiencia operativa como las normas de seguridad en entornos con explosivo gases o polvo.