No hay riesgo de fallo por explosión; los equipos intrínsecamente seguros son absolutamente seguros, incluso cuando están dañados.
"Seguridad intrínseca" se refiere a la capacidad del equipo para permanecer seguro en caso de avería, incluidos cortocircuitos, sobrecalentamiento, etc., sin ninguna interferencia externa. Independientemente de que el problema sea interno o externo, no provocará ningún incendio ni explosión. Esta característica de seguridad inherente es lo que hace que los equipos intrínsecamente seguros sean una opción fiable en entornos peligrosos.