Si el olor persiste incluso después de cortar el gas, es probable que se trate de una fuga.
Un olor detectable cerca del interruptor de gas suele apuntar a una fuga en la válvula o en la junta de goma de la tubería de gas. Se recomienda sustituir la válvula de gas en estos casos.
Además, si la goma parece envejecida, es esencial sustituirla a tiempo. En estas circunstancias, la bombona de gas en sí no suele ser el problema y, por lo general, puede descartarse.