Las cajas de conexiones antideflagrantes se diseñan en dos tipos de protección principales: antideflagrantes de gas y antideflagrantes de polvo.
Para la protección contra explosiones de gas, la norma nacional que se cumple es la siguiente GB3836. Esta norma especifica los criterios y directrices necesarios para garantizar la seguridad en entornos en los que pueda haber gases explosivos, asegurando que las cajas de conexiones puedan funcionar de forma segura sin encender ninguna atmósfera potencialmente peligrosa.
En el caso de la protección contra explosiones de polvo, la norma nacional pertinente es GB12476. Esta norma describe los requisitos para un funcionamiento seguro en entornos en los que puede acumularse polvo combustible. Garantiza que las cajas de conexiones sean capaces de evitar que cualquier fuente de ignición entre en contacto con polvo combustible, manteniendo así la seguridad en dichos entornos.