Para facilitar la instalación, las cajas antideflagrantes están equipadas con bornes de conexión a tierra internos y externos. Estos terminales están diseñados para crimpar cables con núcleo de cobre de 4,0 mm2 e incorporan características que evitan el aflojamiento y la corrosión.
En situaciones en las que se utiliza cableado de conductos metálicos y cajas de distribución de doble capa aisladas a prueba de explosiones, el uso de conectores de puesta a tierra resulta innecesario.