Tomemos el ejemplo de una central térmica. Áreas clave como la unidad de desulfuración y desnitrificación, la sala de baterías de las minas de carbón, la sala de ajuste de ácidos del túnel de cables, la sala de dosificación de productos químicos y la estación de producción de hidrógeno, junto con todo el sistema de transporte de carbón -incluido el puente transportador de cinta, la sala de trituradoras de la estación de transferencia, el almacén de carbón cerrado y la sala de bombas de combustible- requieren el uso de luces antideflagrantes.
Aplicabilidad en diversos sectores
La iluminación a prueba de explosiones no se limita a las centrales eléctricas. También es crucial en entornos como fábricas químicas, estaciones de gas licuado, talleres de pintura, diversos talleres de esmerilado y pulido, plantas de preparación de carbón, silos de grano, instalaciones de basura, estaciones de combustible, molinos de harina, unidades de fabricación de fuegos artificiales y crackers, almacenes de pintura y aceite, acerías, fábricas de papel y pasadizos de minas de carbón. Estos son sólo algunos ejemplos en los que existen riesgos de gases explosivos o polvo, lo que hace vital el uso de luces antideflagrantes.
La lista anterior destaca algunas de las muchas áreas que requieren iluminación a prueba de explosiones. Siéntase libre de añadir a esta lista o compartir experiencias en los comentarios a continuación.