Para protegerse de los riesgos de explosión causados por la iluminación y garantizar una producción segura, es imperativo instalar una iluminación a prueba de explosiones.
En la actualidad, el mercado ofrece una amplia gama de lámparas antideflagrantes, como modelos ignífugos, intrínsecamente seguros y portátiles. Se anima a las personas a elegir en función de sus requisitos específicos de protección contra explosiones y de las condiciones reales de funcionamiento, reforzando así las medidas de seguridad de forma eficaz.