Es concebible que se produzca una explosión, siempre que se cumplan determinados criterios explosivos.
Para que el hidrógeno se inflame de forma explosiva, su concentración debe situarse dentro de un umbral explosivo, que oscila entre 4,0% y 75,6% en volumen. Además, para que se produzca una explosión es esencial que se produzca una acumulación importante de calor en una zona confinada.