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Condiciones adversas para equipos eléctricos antideflagrantes|Especificaciones técnicas

Especificaciones técnicas

Condiciones adversas para los equipos eléctricos a prueba de explosiones

A pesar de una instalación correcta, no se puede garantizar que los equipos eléctricos a prueba de explosiones se mantengan en perfectas condiciones. Las actividades operativas y las condiciones ambientales plantean varios retos a estos dispositivos.

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1. Entornos de trabajo duros

Los dispositivos en funcionamiento que soportan fuertes vibraciones o choques pueden experimentar un debilitamiento estructural y mecánico, y sus conexiones eléctricas pueden aflojarse. Los motores sometidos a arranques frecuentes, frenadas inversas o sobrecargas pueden sufrir cambios en las fugas de los bobinados y en la temperatura de la superficie, lo que repercute tanto en la seguridad como en la longevidad. Los dispositivos eléctricos de seguridad aumentada son especialmente vulnerables a las condiciones de trabajo adversas.

2. Condiciones de humedad

La exposición prolongada a la humedad puede deteriorar el aislamiento de los dispositivos eléctricos a prueba de explosiones, provocando una menor resistencia del aislamiento, roturas o fugas. Esto compromete la seguridad antideflagrante de los dispositivos de seguridad aumentada y antichispas y puede afectar negativamente a la seguridad de funcionamiento de otros equipos antideflagrantes. Además, la humedad puede provocar la oxidación de las superficies de las juntas antideflagrantes.

3. Entornos corrosivos

La corrosión puede afectar gravemente a las capacidades antideflagrantes, con una oxidación significativa de la carcasa, las fijaciones y las juntas antideflagrantes, socavando así la integridad protectora. Además, las condiciones corrosivas pueden deteriorar el aislamiento y corroer los conductores expuestos, lo que provoca un contacto deficiente y posibles chispas.

4. Altas temperaturas ambientales

Las temperaturas superiores a 40℃ pueden alterar las temperaturas del bobinado y de la superficie de los equipos eléctricos, ya que la mayoría están diseñados para funcionar entre 10℃ y 40℃. Exceder este rango puede provocar un sobrecalentamiento, poniendo en peligro la seguridad a prueba de explosiones. La exposición prolongada a altas temperaturas también puede reducir la vida útil de los materiales aislantes. Las cubiertas plásticas en el equipo de energía pueden envejecer más rápidamente bajo tales condiciones, afectando a seguridad operacional y a prueba de explosiones.

5. Uso indebido

Un uso inadecuado, a menudo derivado de la falta de comprensión de los principios de la protección contra explosiones y de los protocolos operativos, de la inobservancia de los procedimientos de seguridad o de un manejo descuidado, puede dañar los equipos eléctricos antideflagrantes, mermando sus prestaciones de seguridad.

6. Otras influencias perjudiciales

Factores como la luz solar, la lluvia, la nieve, el polvo y los rayos pueden afectar negativamente a los dispositivos eléctricos a prueba de explosiones. La exposición al sol puede acelerar la fotodegradación de los materiales aislantes y las carcasas; la humedad y el polvo pueden reducir la resistencia del aislamiento a las fugas, y el polvo puede impedir la lubricación de las piezas móviles, provocando fricción a alta temperatura. Los rayos pueden crear sobretensiones en las redes eléctricas, dañando el aislamiento eléctrico. Las comprobaciones y el mantenimiento periódicos y rutinarios son cruciales para mantener la seguridad y funcionalidad a prueba de explosiones de estos dispositivos y sistemas.

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