Ciertos tipos de combustión agotan el oxígeno, mientras que otros no.
La combustión es una enérgica reacción de oxidación-reducción que desprende calor y requiere tres elementos: un oxidante, un reductor y una temperatura que alcance el umbral de ignición.
Aunque el oxígeno es un conocido oxidante, no es el único agente capaz de desempeñar esta función. Por ejemplo, en la combustión del hidrógeno se consumen gases de hidrógeno y cloro en lugar de oxígeno.