Dado que las luces LED antideflagrantes están diseñadas para evitar explosiones gracias a su carcasa exterior y sus superficies antideflagrantes, la carcasa de la luz es especialmente importante a la hora de comprar.
1. Clasificación a prueba de explosiones:
Cuanto mayor sea la clasificación, mejor será la calidad de la carcasa.
2. Material:
La mayoría de las luces antideflagrantes están fabricadas con una aleación de aluminio.
3. Espesor y peso:
Para reducir costes, algunas empresas fabrican carcasas muy finas. Sin embargo, en el caso de los productos a prueba de explosiones utilizados en entornos con materiales inflamables y explosivos, el grosor de la carcasa debe cumplir las normas nacionales para garantizar la retención y la seguridad de los clientes.
4. Resistencia al agua, al polvo y a la corrosión:
Aunque las luminarias LED antideflagrantes tienen un grado de protección antideflagrante, algunas también son resistentes al agua, al polvo y a la corrosión. El nivel de protección (resistencia al agua y al polvo) de la mayoría de las luminarias alcanza IP65.
5. Disipación del calor:
La carcasa utiliza una estructura patentada de diseño independiente de tres cavidades, con un cuerpo transparente que facilita la convección del aire, tiene pequeñas superficies de contacto y ofrece una gran superficie para la disipación del calor.