El continuo perfeccionamiento de las funciones y la mejora de las prestaciones han hecho que las luces LED antideflagrantes ocupen un lugar cada vez más destacado. La selección de la fuente de luz LED adecuada para la iluminación antideflagrante se ha vuelto especialmente crítica. Conviene tener en cuenta los siguientes puntos:
Requisito de aislamiento:
Por lo general, una fuente de alimentación aislada de 16 W está diseñada para una capacidad de 16 W y está pensada para encajar en el luz antideflagrante tubo de potencia en una fábrica. Sin embargo, su transformador es bastante voluminoso y difícil de instalar. La decisión depende principalmente de la estructura espacial y las circunstancias específicas. Normalmente, el aislamiento sólo puede alcanzar hasta 16 W, y pocos superan este límite, y suelen ser más caros. En consecuencia, los aisladores no son rentables, y las fuentes de alimentación no aisladas son más corrientes, al ser más compactas y tener un tamaño lo más reducido posible, de hasta 8 mm de altura. Con las medidas de seguridad adecuadas, los aisladores no plantean problemas, y los espacios permitidos también pueden albergar fuentes de alimentación aisladas.
Disipación del calor:
El factor principal de una solución de refrigeración es prolongar significativamente la vida útil de la fuente de alimentación de luz a prueba de explosiones utilizada en las fábricas evitando el sobrecalentamiento. Normalmente, se utilizan materiales de aleación de aluminio para una mejor disipación del calor. Por lo tanto, las perlas de Luz LED antideflagrante se colocan sobre una placa base de aluminio para maximizar la disipación del calor externo.
Corriente de trabajo:
Las características de las luces LED antideflagrantes hacen que se vean afectadas significativamente por su entorno operativo, como por ejemplo temperatura que pueden aumentar la corriente y la tensión del LED. El funcionamiento durante periodos prolongados por encima de la corriente nominal puede reducir considerablemente la vida útil de las perlas de LED. La corriente constante del LED garantiza que la corriente de trabajo permanezca estable a pesar de los cambios de temperatura, tensión y otros factores ambientales.