La pólvora pertenece a la categoría de explosivos, un subconjunto de materiales peligrosos.
Estos materiales abarcan una gama de sustancias conocidas por su inflamabilidad, explosividad, naturaleza corrosiva, toxicidad y radiactividad. Algunos ejemplos son la gasolina, la pólvora, los ácidos y bases concentrados, el benceno, la naftalina, el celuloide y los peróxidos. Es imperativo que estos materiales se gestionen de acuerdo con estrictos protocolos de materiales peligrosos durante su transporte y almacenamiento para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la normativa.