En las centrales fotovoltaicas (FV), la contribución de las cajas de distribución antideflagrantes a la pérdida total de energía es mínima (0,06 yuanes/vatio), pero su impacto en la generación de energía y la seguridad de la central es significativo.
Las cajas de distribución a prueba de explosiones pueden compararse a los fusibles de una central fotovoltaica. Si hay un problema, la caja de distribución es la primera en saberlo, lo que se indica mediante un disparo. En casos graves, se sacrifica para proteger la central, como si sacrificara una torre para salvar al rey en el ajedrez. Normalmente, los interruptores de la caja funcionan para desconectar y conectar el circuito, y durante el mantenimiento, la energía de la ciudad se aísla a través de la caja de distribución. Comprender la naturaleza de las cajas de distribución a prueba de explosiones fotovoltaicas aclara sus métodos de mantenimiento:
1. La caja debe durar 20 años: Debe ser de acero inoxidable, asegurando su solidez y resistencia a daños externos, y garantizando la ausencia de óxido durante 20 años, manteniendo así su eficacia protectora. Si se utilizan cajas con recubrimiento de polvo, cualquier resto de óxido debe sustituirse rápidamente para evitar cortocircuitos y la posible destrucción de la caja de distribución o incluso de toda la estación.
2. Utilice componentes auténticos: Los componentes auténticos ofrecen una fuerte protección y una vida útil más larga.
3. Inspeccione el cableado anualmente: Cada año, compruebe si hay fugas o sobrecalentamiento en el cableado y el aislamiento. Si detecta algún problema, sustitúyalo inmediatamente.
4. Compruebe los componentes cada seis meses: Los componentes tienen una función de comprobación, por lo que debe realizarse una prueba de conductividad cada seis meses. Además, los pernos de sujeción del cable de los componentes pueden aflojarse debido a la fatiga, por lo que deben comprobarse y apretarse cada seis meses. Sustitúyalos inmediatamente si observa algún signo de sobrecalentamiento.
5. Inspeccione toda la central eléctrica: La línea de distribución es un dispositivo de protección, y si la calidad de la central es mala, la caja de distribución tendrá problemas con frecuencia.
Para el mantenimiento rutinario de las cajas de distribución antideflagrantes FV, se recomiendan las siguientes directrices normalizadas:
1. Compruebe periódicamente el cerramiento de la caja de distribución antideflagrante FV. Si se detecta algún daño en la cerradura de la puerta, sustitúyala inmediatamente.
2. Compruebe si el cableado de la caja de distribución es seguro, buscando cualquier holgura, sobrecalentamiento o decoloración, y resuélvalo de inmediato.
3. Inspeccione los diodos antirretorno en busca de daños o grietas.
4. Asegúrese de que la protección contra rayos de la caja de distribución funciona correctamente.
6. Compruebe si hay contactos deficientes o sobrecalentamiento y quemaduras en el interruptor de aire, y sustitúyalo inmediatamente si es necesario.
7. Utilice herramientas aisladas para evitar cortocircuitos durante las comprobaciones, y disponga de dos profesionales trabajando juntos para la supervisión mutua.
8. La resistencia de aislamiento de los polos positivo y negativo de la barra colectora de salida a tierra debe ser superior a 2 megaohmios.
Recordatorio cálido:
Por muy bien que se realice el mantenimiento diario de una caja de distribución fotovoltaica a prueba de explosiones, no puede sustituir a la elección de productos seguros y fiables en el momento de la compra. Por ejemplo, la caja debe tener propiedades anticorrosión y estar equipada con componentes estándar nacionales para garantizar el funcionamiento seguro y fiable del dispositivo a largo plazo. Asegúrate de que la instalación es segura y está protegida del agua, la lluvia, el polvo y la humedad. Evite la exposición directa a la luz solar. Las inspecciones periódicas son cruciales, comprobando los cables y las conexiones para detectar cualquier signo de sobrecalentamiento o flojedad, y apretándolos periódicamente. Sustituya inmediatamente cualquier componente anómalo para evitar daños mayores.