1. Tras el montaje, el producto debe cumplir todos los criterios de rendimiento especificados según sus especificaciones de diseño.
2. La secuencia de los procesos de montaje debe racionalizarse y organizarse de forma lógica.
3. Hay que esforzarse por reducir el tiempo necesario para trasladar los componentes de una fase a otra y disminuir el trabajo manual necesario.
4. El tiempo total de montaje debe reducirse al mínimo.
5. Los costes asociados al proceso de montaje deben reducirse.
Estos son los requisitos básicos. En el caso de productos distintos, es crucial realizar un análisis exhaustivo de sus aspectos únicos y desarrollar un proceso que se adhiera a estos principios, algo especialmente importante en escenarios de producción a gran escala.