Las principales diferencias entre los ventiladores antideflagrantes y los ventiladores estándar radican principalmente en los siguientes aspectos:
Certificación:
Los ventiladores antideflagrantes se someten a rigurosas pruebas y obtienen la certificación de organismos de inspección externos cualificados. Deben obtener un certificado antideflagrante antes de su uso.
Ámbito de aplicación:
Los ventiladores antideflagrantes están diseñados para uso en entornos difíciles con altas concentraciones de gases combustibles, como minas de carbón y salas de calderas. Los ventiladores estándar solo son adecuados para zonas seguras.
Motores a prueba de explosiones:
Aunque los principios de funcionamiento de ambos ventiladores son similares, los ventiladores antideflagrantes utilizan exclusivamente motores antideflagrantes. Estos motores garantizan que no se produzcan chispas ni fuentes de ignición durante el funcionamiento, dispersando las concentraciones de gas combustible por debajo de los límites explosivos..
Materiales de la carcasa interior:
Los ventiladores a prueba de explosiones tienen requisitos específicos para los materiales del impulsor y la carcasa interna correspondiente. Esto se hace para evitar la generación de chispas en caso de fricción, como por ejemplo utilizar cuchillas de aluminio con carcasas de hierro o cuchillas de hierro con revestimientos de aluminio. Si los impulsores de aluminio no cumplen los requisitos de resistencia, pueden utilizarse impulsores de chapa galvanizada con un fino revestimiento de aluminio en la carcasa.
Los ventiladores antideflagrantes, que cumplen estrictas normas de producción, garantizan la seguridad en entornos peligrosos.. Para obtener más información sobre los ventiladores a prueba de explosiones, póngase en contacto con el servicio de atención al cliente de Shenhai Explosion-Proof.