Principio:
Las cajas de empalmes antideflagrantes suelen ser de metal fundido. Su principio de funcionamiento consiste en soportar las pequeñas explosiones provocadas por las chispas eléctricas dentro de la caja, incluso en un entorno con gases explosivos. Si tales gases penetran en la caja, puede soportar la combustión sin romperse ni exponer la llama al medio ambiente, evitando una explosión mayor. Por ello, la calidad y los detalles de instalación de estas cajas de empalmes son fundamentales para la seguridad.
Función:
En zonas peligrosas propensas a explosiones, sirven como cajas de paso o distribución. Al sellar las uniones, impiden que las explosiones externas dañen el cableado y evitan que las chispas internas creen riesgos de seguridad en entornos inflamables o explosivos, como chispas que provoquen una explosión en los puntos de conexión.
Ámbito de aplicación:
Apto para las zonas 1 y 2, así como para las zonas 21 y 22.
Nivel de protección: IP66.
Rango de temperatura operativa: -40℃ ≤ Ta ≤ 550℃.
Tensión nominal: AC690V.