En el uso de productos a prueba de explosiones, a menudo se encuentran diversos materiales como la fundición a presión de aleaciones de aluminio, la soldadura de placas de acero, los plásticos técnicos y el acero inoxidable.
Acero inoxidable
Para entornos altamente corrosivos, es más seguro utilizar cajas antideflagrantes de acero inoxidable. Su resistencia a la corrosión es excelente en todos los aspectos. Se utilizan materiales como 201, 304, 316 en función del grado de corrosión.
Aleación de aluminio
La fundición a presión de aleaciones de aluminio es más habitual en nuestro proceso de producción por su rentabilidad y su atractivo aspecto. Sin embargo, su inconveniente es la limitación de tamaño. No se pueden fundir a presión grandes dimensiones y no se puede garantizar la resistencia. Es adecuado para un número reducido de componentes.
Plásticos técnicos
Los plásticos técnicos, que ofrecen cierto grado de resistencia a la corrosión, se eligen para determinados entornos. Sin embargo, su tamaño es limitado y no admiten demasiados componentes.
Chapa de acero
Su resistencia a la corrosión y la erosión es media, pero ofrece una gran flexibilidad. Personalizable en varios tamaños, longitudes, anchuras y profundidades, puede adaptarse a necesidades específicas. Su flexibilidad es una ventaja significativa.
Además, las placas de acero tienen mayor resistencia y seguridad que las de aleación de aluminio.
Se utilizan distintas carcasas para diferentes situaciones. En la producción real, las cajas de aleación de aluminio y acero son las más comunes, mientras que el acero inoxidable y los plásticos técnicos se utilizan sobre todo en entornos altamente corrosivos. Los materiales de chapa de acero y acero inoxidable permiten personalizar cualquier tamaño.