Cuando utilizamos aires acondicionados a prueba de explosiones en nuestra rutina diaria, a menudo nos encontramos con una variedad de ruidos. La mayoría de ellos, sin embargo, son sonidos de funcionamiento estándar que no interfieren con nuestro uso diario. Estos son algunos de los sonidos típicos que puede encontrar al utilizar un aire acondicionado a prueba de explosiones:
1. El sonido más frecuente es el crujido o ruido ocasional que emiten los componentes de plástico. Esto se debe a la expansión de los paneles de refrigeración y calefacción dentro del acondicionador de aire a prueba de explosiones, un proceso que no afecta a su funcionalidad estándar.
2. También son habituales los ruidos de las salidas de aire o de los grifos de los aparatos de aire acondicionado antideflagrantes. El refrigerante, junto con el movimiento mecánico y la evaporación, produce sonidos que no afectan al funcionamiento del aire acondicionado, por lo que no hay motivo de preocupación.
3. Del interior de la máquina salía humo blanco. La humedad interna excesiva en el acondicionador de aire a prueba de explosiones es la causa principal de la condensación.
4. Las láminas o tubos de goteo crean humedad en el interior, requiriendo únicamente el ajuste de una temperatura de condensación baja.
5. Goteo de agua de las tuberías expuestas del aire acondicionado antideflagrante se debe a la condensación de la humedad atmosférica, algo perfectamente normal.
6. La unidad exterior de un acondicionador de aire de frecuencia variable puede producir ruidos variables debido a las frecuencias fluctuantes durante el funcionamiento del compresor.
Estos seis tipos de ruidos son los que puede oír habitualmente en la vida diaria. Cuando vuelvas a encontrarte con estos ruidos, ten por seguro que no hay por qué preocuparse por el mal funcionamiento de tu aire acondicionado.
Si el acondicionador de aire a prueba de explosiones produce ruidos distintos de los sonidos sin fallos mencionados anteriormente, es prudente solicitar la evaluación de un profesional para identificar y abordar cualquier problema con prontitud. La detección y resolución tempranas son fundamentales para evitar problemas más graves en el futuro.