Caso de incidente:
La explosión de polvo de aluminio del 2 de agosto de 2014 en Kunshan Zhongrong Metal Products Company se saldó con un trágico balance de 75 víctimas mortales y 185 heridos, y marcó una lección profunda y costosa. A lo largo de la historia y en todo el mundo, los incidentes de explosiones de polvo han sido recurrentes. Hoy en día, con el acelerado ritmo de la industrialización, la incidencia de las explosiones de polvo combustible va en aumento.
Tipos de polvo combustible:
Esta categoría abarca una amplia gama de materiales como aluminio, magnesio, zinc, madera, harina, azúcar, fibras textiles, caucho, plásticos, papel, carbón y polvo de tabaco. Estos materiales están presentes predominantemente en las industrias metalúrgica, maderera, alimentaria y de fabricación de plásticos.
Definición de polvo combustible:
El polvo combustible está formado por partículas finas que, al alcanzar determinadas concentraciones en el aire, son susceptibles de inflamarse y provocar incendios o explosiones. Un volumen considerable de polvo que se encuentra con una fuente de calor como llamas o altas temperaturas en un espacio cerrado puede desencadenar explosiones primarias y posteriores. Estas explosiones dispersan las partículas ardientes y generan abundantes gases tóxicos, provocando lesiones graves y víctimas mortales.
Estrategias preventivas:
Para mitigar los riesgos de explosión de polvo se requiere un enfoque global que abarque la configuración del taller, el control del polvo, la prevención de incendios, la impermeabilización y unos sistemas de procedimiento estrictos.
Reglamento del taller:
Las áreas propensas a explosiones de polvo no deben estar situadas dentro de zonas residenciales y deben mantener una separación de otras estructuras para garantizar la seguridad contra incendios.
Control de incendios y polvo:
Los talleres deben estar equipados de acuerdo con las normas establecidas, con ventilación eficaz, sistemas de recogida de polvo y mecanismos de conexión a tierra. Los colectores de polvo deben colocarse en el exterior con medidas de protección contra la lluvia. El polvo recogido debe almacenarse en lugares aislados y secos. Las prácticas de limpieza en las zonas de producción deben evitar la generación de chispas, la acumulación de electricidad estática y la dispersión de polvo.
Medidas de protección:
Las instalaciones con riesgo de explosiones de polvo deben estar equipadas con dispositivos de protección contra rayos y electricidad estática. Es fundamental cumplir la normativa sobre instalación y uso de equipos eléctricos a prueba de explosiones.
Medidas de impermeabilización:
Las zonas de fabricación necesitan instalaciones estancas al agua y a la humedad para evitar que el polvo se autoinflame al humedecerse.
Enfoque sistemático:
Garantizar la seguridad implica el cumplimiento estricto de los procedimientos operativos, lo que exige que todo el personal lleve el equipo de protección adecuado, utilice uniformes antiestáticos y tenga acceso a equipos de extinción de incendios. Los empleados deben recibir una formación exhaustiva en materia de seguridad antes de asumir sus funciones. La educación y la formación periódicas de todo el personal en materia de seguridad son esenciales para comprender plenamente los peligros asociados al polvo explosivo y las precauciones necesarias.