Garantizar la calidad es un objetivo primordial en el sector de los acondicionadores de aire a prueba de explosiones. Las unidades de alta calidad pueden asegurarse una cuota de mercado sustancial, ya que el compresor es el corazón del sistema, famoso por su intrincada tecnología y su complejidad. Por consiguiente, la selección del compresor adecuado es fundamental.
El corazón del compresor de un aire acondicionado a prueba de explosiones está formado por cuatro componentes clave: el disco móvil, el disco estacionario, el mecanismo y el cigüeñal, todos ellos accionados por un motor. El cigüeñal traduce la fuerza primaria o energía eléctrica del motor en energía mecánica. Los discos móvil y estacionario, elaborados con líneas en espiral, están conectados al cigüeñal, el primero fijado al mecanismo de la tapa superior y el segundo al bastidor. El movimiento del mecanismo se apoya en cojinetes por encima y por debajo, con un cojinete adicional en el centro para facilitar el movimiento de selección del motor.
La carcasa metálica del compresor no sólo aloja el refrigerante y el aceite de congelación, sino que también proporciona una base resistente para el motor y las piezas mecánicas móviles del "cuerpo de la bomba". Esto garantiza que el compresor mantenga un rendimiento óptimo con la rigidez y resistencia necesarias. El funcionamiento normal del compresor de un aire acondicionado a prueba de explosiones depende de la precisión dimensional y las tolerancias geométricas de cada pieza móvil, su precisión de montaje, la holgura de ajuste y el estado de lubricación.
En última instancia, elegir el compresor correcto para un aire acondicionado a prueba de explosiones es fundamental, ya que su calidad influye directamente en la eficiencia operativa de la unidad. La precisión y el cuidado son indispensables durante todo el proceso de selección.