Los compresores y ventiladores de los acondicionadores de aire antideflagrantes están especialmente tratados para la protección contra explosiones. Presentan un diseño integrado a prueba de explosiones, que incorpora tecnologías avanzadas como métodos antideflagrantes, intrínsecamente seguros y de encapsulación. El sistema de control emplea mecanismos intrínsecamente seguros que evitan la generación de chispas, garantizando un uso seguro y cómodo.
Además, en estos aparatos de aire acondicionado se instala una aleación de aluminio con una estructura apilada en forma de panal. Esta estructura, con sus múltiples "minicompartimentos", detiene eficazmente la propagación de las llamas. Su elevada relación superficie/volumen y su excelente conductividad térmica absorben rápidamente la mayor parte del calor de la combustión, reduciendo sustancialmente la temperatura posterior a la combustión (Tf) y la expansión de los gases de reacción.
En general, gracias a un diseño estructural estratégico y a la aplicación de materiales a prueba de explosiones, estos acondicionadores de aire se han generalizado en entornos que exigen estrictas medidas antideflagrantes.