El queroseno, a temperatura ambiente, es un líquido incoloro o amarillo pálido con un ligero olor. Es muy volátil e inflamable, y forma gases explosivos cuando se mezcla con el aire.
El límite de explosividad del queroseno oscila entre 2% y 3%. Sus vapores pueden crear una mezcla explosiva con el aire y, al exponerse a una llama abierta o a un calor intenso, puede inflamarse y explotar. A altas temperaturas, la presión en el interior de los contenedores puede aumentar, con el consiguiente riesgo de rotura y explosión.